Guzina Oaxaca: Cocina de tradición y respeto.

Tipo de comida: Mexicana

Categoría: $$$

Relación CP: üüü

Ubicado en Presidente Masaryk, llega este recinto creado por el Chef Alejandro Ruiz, creador de Casa Oaxaca en Oaxaca, uno de los restaurantes más aclamados del país, por su innovación, pero a la vez respeto por la tradición culinaria de dicho estado. Nos trae a la Ciudad de México, Guzina Oaxaca, para darnos una probadita de tanta tradición culinaria.

Ir a este restaurante, no sólo es comer, sino todo un encuentro cultural. Desde que uno entra, se puede dar cuenta de esto; el diseño del lugar realizado por Raúl Cabrera y Silvia Suárez, es cuidadoso y elaborado en cada detalle, para transmitir algo distinto y recrear un ambiente lleno de tradición. También podemos encontrar puntura y cerámica de los artistas Amador Montes y Omar Hernández, que en conjunto con todo lo anterior logran trasladarnos a Oaxaca.

El servicio es algo que también cabe mencionar, el conocimiento de la carta y las recetas por parte de los meseros es amplísimo, dándonos la posibilidad de conocer mucho más de lo que vemos y comemos. Justo antes de servir los platos, preparan salsa molcajeteada en la mesa, compuesta por tomate verde, jitomate dulce, chiles y cebolla, permitiéndonos integrarnos en la elaboración de la misma.

La carta, empezando por las bebidas cuenta con diversos cocteles hechos en base de mezcal, así como un amplísima selección de mezcales, de todos los precios y para todos los gustos. La carta de comida muy bien balanceada, con todos los grupos de alimentos y todos los tipos de mole oaxaqueño.

Antes de empezar a escribir de la comida, tengo que resaltar ciertas expresiones que surgieron durante la cena: “no has probado nada parecido, en tu vida”, “literal tengo lágrimas en los ojos, esto es comida que llena el corazón y el alma”, “no puedo creer lo que estoy comiendo”.

Empezamos con los tacos de pato en mole colorado. Más que el pato; el mole fue lo impresionante, esta es una receta cuya intención es ser ligeramente dulce, incluyendo plátano macho en la mezcla. Esto en combinación con el pato, crema y queso, fue un pedacito de cielo.

Luego elegimos el pulpo al ajillo con chile guajillo y ajo frito, aquí no encontramos mole, pero si otros sabores capaces de dejarte sin pensar en cualquier otra cosa. El pulpo perfecto, buena porción, ideal para compartir. El ajo frito y el chile guajillo en combinación con el pulpo generan una mezcla de sabores prefecta.

Ahora, el responsable de las lágrimas (literal): Mole amarillo con cabrito, cebollas encurtidas, chile de agua, chayote y papa. El mole amarillo, o también conocido como amarillito, es elaborado con el caldo del cabrito, siendo difícil combinarlo con otro tipo de carne. Lo más maravilloso es la sinergia que genera el mole con la carne, potenciando todos los sabores. Literal, imperdible.

Finalmente, el postre, con este nos dejamos llevar por las recomendaciones, que fueron literal “si ahora están tan enamorados de Oaxaca, pues entren de lleno a los sabores”, por lo que pedimos el Nicuatole, postre zapoteco elaborado a base de maíz y miel de maguey, generando una natilla parecida a la del Cremé Bruleé, decorado con azúcar y grana cochinilla molida (lo único que se percibe de esta, es un bellísimo pigmento), y cacao garapiñado. Fue perfecto; el postre ideal, es el que puedes pedir aun estando lleno, sólo con la intención de terminar la comida con algo dulce, y sirvió perfectamente para eso.

En conclusión: un restaurant lleno de tradición, y una cocina llena de respeto. El ambiente y servicio te hacen sentir como en casa; el conocimiento de todo el personal del restaurante es impresionante. Literal, cocina para cuerpo y alma.

Dirección: Av. Pdte. Masaryk 513, Polanco, Polanco II Secc, 11560 Ciudad de México, CDMX

Teléfono: 01 55 5280 3574

Página web: http://guzinaoaxaca.com/

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