Bravo Lonchería: El nuevo Guilty Pleasure; Tortas
Dirección: Río Sena 87, Cuauhtémoc, 06500
Ciudad de México, CDMX
Teléfono: 01 55 5207 6276
Tipo de comida: Tortas
Categoría: $
Relación CP üüü
Un sitio lleno de Guilty pleasures nacionales; esto se puede describir
en una palabra: Tortas. Fundando por Bernardo Bukantz y Luis Serdio, originarios de distintos sitios de la república mexicana, coinciden
trabajando en uno de los restaurantes más reconocidos de la ciudad: Biko.
Posteriormente, deciden formar su propia cocina basada en su experiencia y
formación, obteniendo como resultado Bravo Lonchería.
Ubicado en la calle Rio Sena, zona que en los últimos años ha tenido un
crecimiento gastronómico notable, ofreciendo decenas de experiencias
interesantes. Ellos deciden transmitir una lonchería Gourmet; y ¿Qué se
encuentra normalmente en una lonchería? ¡Tortas! En todas las mesas hay cajas
de guantes de polipapel para poder comer cómodamente con las manos
(divertidísimo), no es el tipo de lugar que te transmite formalidad, al
contrario. La luz tenue, amarilla, baja, la música con excelente selección de
“oldies”, la mueblería con barras y bancos, cosa que no te permite pasar mucho
tiempo en el lugar. Ambiente joven, informal, ideal para disfrutar sin juzgar
ni ser juzgado.
En cuanto a la comida, iniciamos con una empanada de camarón y una tostada de salpicón. La empanada mejor que la tostada, pero aun así la tostada excelente. Ambas con queso, la empanada gratinada, la tostada con queso fresco. Transmitiendo el sabor de México con un twist.
Después, fue un tema poder elegir que torta pedir. Todas se ven
impresionantes, y no dudo que así lo estén. Cambiamos de elección como 8 veces
antes de ordenar, de verdad fue difícil. Pero finalmente nos decidimos por el
pambazo de pulpo y la torta de Short rib con relleno negro. Ambas deliciosas,
las porciones son medianas pero suficientes. La primera como un tradicional pambazo,
pero relleno de pulpo a las brasas, buena cocción, bien integrado, no hubo ni
un sabor que pudiera opacar al otro, pero ante todo divertidísimo. La
segunda mejor que la primera, el short rib suave, el relleno negro difícil de
descifrar su composición, pero aporta un toque perfecto, servida con guacamole,
queso fresco y cebolla encurtida. Por más lleno que estés, no podrás parar de
comer.
El postre fue una lástima, ya que no contaban con los que nos hubiera
gustado probar: las conchas rellenas de queso de rancho con menta y cilantro o
bien de avellana con plátano y menta. Pero más que coraje, no deja curiosidad,
y una razón para volver pronto y platicarles un poco más.
En conclusión: informal, divertido, buenos precios, ideal para ir solo o
con grupos pequeños de amigos.
Nejmous
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