Kazu’s Kitchen: Nigiris on fire!

Dirección: 11560 de, Av. Isaac Newton 105, Polanco V Secc, Ciudad de México, CDMX

Teléfono: 01 55 5280 4818

Tipo de comida: Japonesa

Categoría: $$$

Relación CP  üüü

Se trata de otra joya escondida en Polanco, su enfoque es comida japonesa tradicional (exacto! No vas a encontrar salsa spicy mayo, ni fusiones con guacamole). Ubicado en la calle de Newton, a dos cuadras del parque Lincoln, un poco alejado del alboroto de Polanco.

Es un sitio pequeño, con cupo para aproximadamente doce mesas en el interior, tres sobre la banqueta, y pocos lugares en la barra. Música no conocida de fondo con un volumen aceptable que sólo la vuelve perceptible a ratos. Luz moderada, ideal para su ambiente objetivo. Decoración clásica japonesa, que contribuye muchísimo a generar un traslado al oriente.

El servicio es casi memorable, los meseros se presentan, conocen a la perfección la carta (la cual cuenta con escasas descripciones), siendo capaces de dar información incluso sobre la técnica de preparación de los alimentos. Para bien o para mal, se saben de memoria todas las bebidas con las que cuenta el restaurante, ya que carecen de una carta (cosa que cae en su contra).

Llegando a lo más importante, una vez más perdimos el control a la hora de pedir, sumando un total de 8 nigiris por persona, un plato de calamar a la plancha, dos kushiagues de queso, un cono de jaiba suave, y de postre tapioca con leche de coco.

Empezaremos por los nigiris, los primeros 6 fueron flameados con soplete, técnica proveniente de Japón, poco utilizada en la Ciudad de México (de hecho, es el primer lugar al que asistimos que cuenta con este plato). A esto sólo podemos decir: delicioso! Nunca habíamos probado algo parecido, genera una corteza cocida, con el interior completamente crudo, mezclando ambos sabores. Al primer contacto del pescado con la boca, junto con la primera masticación, se obtiene una mescla de texturas perfecta. El arroz en general bien elaborado, no se rompe al sujetarlo. Un Must!

Siguiendo con las piezas, pedimos la orden de 10 nigiris mixtos, la cual incluía los siguientes: atún, salmón, hamachi, pulpo, camarón, calamar, robalo, huachinango, macarlea y tamago (pastel de huevo dulce), todos con wasabi entre el arroz y pescado (make the difference: comer nigiris con wasabi es como tomar café turco con esencia, se necesita un poco de experiencia para apreciarlo y no odiarlo). Corte y frescura perfectos, excepto por la pieza de robalo en la cual el corte falló un poco, pero la frescura y sabor solucionó todo.

Posteriormente, el calamar: cortado en julianas sobe una cama de calabaza, pimiento, poca cebolla y zanahoria, sazonado con salsa dulce. Crujiente, cocción perfecta, sabor delicado, bien integrado, completamente logrado. Muy recomendable.

El cono de Jaiba suave, es un plato difícil de encontrar, y el de este lugar fue digno de recordar. La jaiba empanizada con panco, servido con arroz, pepino y queso, siendo poco necesario agregarle soja. Ligero, el sabor de todos los componentes sutil, sin llegar a dominar el sabor a frito, lo que traduce un cono bien logrado.

Finalmente el postre: tapioca con leche de coco, bien cocida, la leche con sabor dominante, sin llegar a ser empalagosa. Viene mezclado con fresa, zarzamora y durazno, todos frescos (a lo que voy es que ninguno era en almíbar, cosa que hubiera destruido el postre). Delicioso, ideal para disfrutar lentamente. Ligero, digo por si terminaron muy llenos de sólo leer.

En resumen, comida japonesa tradicional, respetando las técnicas de dicha cocina. Frescura memorable, cortes bien elaborados, ideal para disfrutar en pareja.

Nejmous