Lardo: Otro éxito de la Chef Elena Reygadas
Lardo ubicado en la calle Agustín Melgar en Condesa. Fundado en 2016 por la Chef Elena Reygadas, reconocida por otras maravillosas creaciones como Rosetta, fundado en 2010, obteniendo un increíble éxito por la calidad, frescura e innovación en sus productos (sabes que algo es innovador cuando no entiendes más del 10% de los ingredientes de sus platillos). Trae Lardo como una propuesta informal y relajada, de comida con tintes mediterráneos, pizza, fritos y frescos.
Como propuesto, es un lugar Trendy, pero relajado, ambiente informal, ideal para ir por unos drinks, y comida con amigos a quienes no se halla visto por un largo tiempo y actualizarse sobre la vida. Con apenas un año de existencia, su encanto sólo aumenta, la calidad de se mantiene, y como prometido, todo es de altísimo nivel.
En este caso tratamos de escoger un plato de cada parte del menú. Empezamos con la pizza de provolone, higos y espinaca. Normalmente no comemos higo por gusto personal, pero decidimos intentarlo, sin arrepentimiento alguno. Resultó un plato excepcional, bien integrado, el sabor ahumado del provolone no predominó en ningún momento, la dulzura del higo y la frescura de la espinaca, dieron una combinación perfecta. La masa bien, suave, cocción exacta en horno de piedra.
Luego pedimos el aguacate frito con espuma de limón, esto siempre es una propuesta interesante. El sabor cambia, así como la textura. Mucha gente persiste escéptica a esta propuesta, pero sólo basta abrir un poco la mente, y disfrutar.
Como plato fuerte escogimos el arroz negro con calamar y jengibre. Una vez más convivimos con la idea de que todo con tinta sabe mejor, y este caso no es excepción. El arroz con buena cocción, un poco dispareja, pero apenas notable. El calamar bien, un poco corto en porción, pasando a ser un componente secundario del plato. Y el jengibre es apenas perceptible. El plato en su totalidad es excelente.
Como nos quedamos con un poco de hambre, aunque fuera de tiempo, pedimos el ceviche de extraviado con salsa de aguacate y rábano. Al momento de probarlo, dimos gracias por el tamaño un poco reducido de las porciones, ya que hubiera sido un pecado perderlo. La salsa de aguacate espectacular, cremosísima, el sabor del aguacate presente, pero fresco, complementado con el rábano. Lo único que pudiera criticar un poco, fue el corte del pescado, los pedazos son demasiado grandes para ser un ceviche, permitiéndonos toparnos con un poco de nervio (no hay cosa que pueda molestarnos más que eso, pero el excepcional sabor nos calmó un poco).
Finalmente el postre: es imperdible, por más lleno que estés, siempre hay sitio para una espuma de yogurt con helado de limón, y trocitos de limón en conserva. Increíble. Recomendamos meter la cuchara hasta el fondo, para obtener un poco de cada componente. (Ojo, no revolver porque se bate, y si lo comen por partes, se pierde mucho de su encanto). Cremoso pero a la vez ligero. Dulzura aportada por el yogurt, acidez por el limón, textura perfecta complementada por el limón en conserva.
En conclusión: Trendy, informal, altísima calidad, ambiente relajado, ideal para grupos pequeños de amigos.
Dirección: Agustín Melgar
6, Cuauhtemoc, Condesa, 06140 Ciudad de México, CDMX
En este caso tratamos de escoger un plato de cada parte del menú. Empezamos con la pizza de provolone, higos y espinaca. Normalmente no comemos higo por gusto personal, pero decidimos intentarlo, sin arrepentimiento alguno. Resultó un plato excepcional, bien integrado, el sabor ahumado del provolone no predominó en ningún momento, la dulzura del higo y la frescura de la espinaca, dieron una combinación perfecta. La masa bien, suave, cocción exacta en horno de piedra.
Como plato fuerte escogimos el arroz negro con calamar y jengibre. Una vez más convivimos con la idea de que todo con tinta sabe mejor, y este caso no es excepción. El arroz con buena cocción, un poco dispareja, pero apenas notable. El calamar bien, un poco corto en porción, pasando a ser un componente secundario del plato. Y el jengibre es apenas perceptible. El plato en su totalidad es excelente.
Como nos quedamos con un poco de hambre, aunque fuera de tiempo, pedimos el ceviche de extraviado con salsa de aguacate y rábano. Al momento de probarlo, dimos gracias por el tamaño un poco reducido de las porciones, ya que hubiera sido un pecado perderlo. La salsa de aguacate espectacular, cremosísima, el sabor del aguacate presente, pero fresco, complementado con el rábano. Lo único que pudiera criticar un poco, fue el corte del pescado, los pedazos son demasiado grandes para ser un ceviche, permitiéndonos toparnos con un poco de nervio (no hay cosa que pueda molestarnos más que eso, pero el excepcional sabor nos calmó un poco).
Finalmente el postre: es imperdible, por más lleno que estés, siempre hay sitio para una espuma de yogurt con helado de limón, y trocitos de limón en conserva. Increíble. Recomendamos meter la cuchara hasta el fondo, para obtener un poco de cada componente. (Ojo, no revolver porque se bate, y si lo comen por partes, se pierde mucho de su encanto). Cremoso pero a la vez ligero. Dulzura aportada por el yogurt, acidez por el limón, textura perfecta complementada por el limón en conserva. En conclusión: Trendy, informal, altísima calidad, ambiente relajado, ideal para grupos pequeños de amigos.
Teléfono: 01 55 5211 7731
Tipo de comida: Mediterránea
Categoría: $$$
Relación CP: üüü
Nejmous
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